Néstor Kirchner retomó ayer sus encendidas críticas públicas y cuestionó duramente a la oposición y a las empresas de medios de comunicación, con especial énfasis en el Grupo Clarín. En un acto del Movimiento Evita, el ex presidente minimizó la derrota electoral del pasado 28 de junio, acusó a los medios de querer "proscribir al Gobierno" y atacó, con notoria dureza, al Grupo Clarín y el CEO de la empresa, Héctor Magnetto, al que pidió investigar por supuesto lavado de dinero.
Kirchner empezó el discurso con el habitual repaso de la gestión oficialista. En medio de los elogios de las medidas de su gobierno y el de su esposa, aseguró que el resultado del 28 de junio "no fue una derrota". Y añadió: "Derrotas fueron las del pueblo en 1955 y en 1976", en referencia a los golpes de Estado que derrocaron a Juan Domingo Perón y a María Estela Martínez de Perón.
Después acusó al gobierno de la Alianza y a la administración de Eduardo Duhalde de "apretar siempre para adentro". Y los acusó de someterse a los intereses extranjeros. Como suele hacer en cada desembarco partidario, pidió también "memoria con aquéllos que fundieron al país y lo llenaron de desocupados e indigentes".
Después, el ex presidente siguió con "los logros" de gestión kirchnerista que "muchos sectores no perdonan", insistió. Habló entonces de las políticas de derechos humanos. "Terminamos con esa vergonzosa impunidad y no nos perdonan la decisión de ir a bajar el cuadro de semejante genocida que no podía estar ahí", recordó, en alusión al cuadro de Jorge Rafael Videla que estaba colgado en las paredes del Colegio Militar de la Nación.
Media hora de discursoContinuó con la enumeración de gestión hasta que decidió ocuparse de los medios. Dedicó entonces la siguiente media hora de discurso a criticarlos, con particular atención en el Grupo Clarín y en Magnetto. A ambos los nombró 10 veces en 20 minutos. "¡Los crispados no somos nosotros, el que está crispado es Magnetto y Clarín, todos los días!", se exasperó Kirchner. Con el correr de los minutos levantó el tono de voz, vivado por los militantes que lidera el piquetero Emilio Pérsico, quien lo vitoreaba sobre el escenario junto con el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga, y el diputado provincial Fernando "Chino" Navarro.
"Por más que les duela a Clarín y a Magnetto, este año la desocupación va a cerrar en el 9 por ciento", ironizó el ex presidente. Después aseguró que "los que saltan y se enojan" es porque el Gobierno "tocó intereses muy fuertes", y volvió a defender con vehemencia la ley de medios audiovisuales. Los militantes gritaban: "Se va a acabar, se va a morir, el monopolio de Clarín".
Kirchner reencauzó varias veces el ataque. "Esperemos que la Justicia retome las causas de lavado de dinero contra Magnetto", exigió en un momento. Además, acusó a Clarín y al resto de los medios de querer proscribirlo. Y lo responsabilizó de iniciar "una batalla legal" por la ley de medios. "Fijense, si los jueces hacen lo que el Grupo Clarín quiere, está bien. Si no hacen lo que ellos quieren, son malos, son corruptos", ironizó otra vez.
"Se está desinformando, se está faltando a la verdad permanentemente", recalcó. E insistió: "El sueño de este grupo sería proscribirnos para evitar que se profundice el proceso de transformación."
Al final, cuestionó a la oposición: "La dirigencia política, no toda, prefiere bajar los brazos y hacer seguidismo. Está preocupada por si el diario le saca un artículo y ser empleada del poder de turno".
Kirchner cerró hablando del futuro y de 2011. Dio pistas sobre sus próximos objetivos políticos. "Vayan sabiendo que estamos construyendo las nuevas auroras de la historia para construir los triunfos de los tiempos que vienen", se envalentonó segundos antes del cierre.
Y añadió, a los gritos: "Y, como dicen ellos [por los medios], no es para llegar hasta 2011, ¡sino hasta 2011 y los años que vengan! Ni me retiro ni nunca pensé en rendirme. Levanto las banderas para llevarlas a la victoria". Todos aplaudieron a rabiar.
nota: la nacion.