Debemos revisar si quizá no estamos cometiendo algún error, aseguró el diputado kirchnerista, referente del Movimiento Evita, y consideró que el actual armado del PJ bonaerense "es insuficiente para sostener políticas del gobierno en la calle".
El kirchnerismo sigue sumando aliados disconformes a cada paso que da. Esta frase puede sintetizar casi a la perfección las heridas que produjo el avance del actual titular del Partido Justicialista Nacional, Néstor Kirchner, sobre la poderosa estructura bonaerense, con su alfil Alberto Balestrini propuesto para encabezarlo. En este caso es un dirigente que acompaña las políticas del patagónico desde hace varios años, incluso antes de que fuera candidato a la presidencia y la letra K sólo aparecía en el rubro "otros" en las encuestas. Se trata de Fernando Navarro, diputado provincial y referente del Movimiento Evita, espacio que amagó a presentar lista propia para pelear contra el oficialismo pero finalmente determinó bajarse de la carrera por pedido del ex mandatario. En esta charla exclusiva con LA TERCERA, el legislador aporta su visión autocrítica sobre la conducción política de estos momentos.
-¿Por qué dicen sentirse decepcionados con el armado político de Kirchner en territorio bonaerense?
-Nosotros lo que consideramos es que el actual armado político que se está materializando en el PJ bonaerense excluye a valiosos sectores militantes, entre ellos al Movimiento Evita, y a otros espacios, con lo cual, si bien creemos que sería impropio organizar el PJ bonaerense sin las estructuras históricas del peronismo, incluidos los intendentes, no alcanza con eso y se requiere de los sectores más dinámicos, que están comprometidos en el día a día con la cuestión social y política. Por eso estoy decepcionado. Este armado es insuficiente para sostener políticas del gobierno en la calle. Se vio con claridad en el conflicto del campo. Hay cuestiones a resolver y por reflexionar. Igual sostenemos que estos gobiernos, el de Néstor hasta diciembre y el de Cristina ahora, es lo mejor que le ha pasado a la democracia argentina desde 1983 a la fecha, pero eso no nos exime de decir en voz alta las cosas que no vemos correctamente. Nuestro mejor aporte a este proceso es el autocrítico, porque si no caeríamos en una inmovilidad ó seguidismo que luego, cuando hay que lamentar cuestiones no resueltas, es tarde para decir `yo lo pensé´. Es mejor decirlo a tiempo.
-¿Concretamente ustedes piensan que son los que pusieron el pecho para bancar al gobierno y hoy han sido desplazados?
-No, yo tengo algunos matices. Yo creo que no hay ningún proceso de transformación histórica sin el peronismo. Nos puede gustar más ó menos, pero hoy el peronismo, en términos formales, se expresa en el Partido Justicialista. Tampoco creo ni en la nueva política ni en la vieja política, ni en los buenos ni en los malos, porque eso es maniqueísmo y nos lleva a personalizar situaciones donde uno puede estar más ó menos de acuerdo, pero en general creo que las transformaciones son colectivas. Lo que sí digo es que con esa estructura sola no alcanza, es insuficiente. Se requiere, y eso era lo rico del Frente para la Victoria, de una heterogeneidad, de una complejidad, que esté más cercana a lo que es hoy la sociedad argentina, donde hay una gran fragmentación, un gran cuestionamiento a la política formal, y donde hay vastos sectores militantes que no están encuadrados en estructuras partidarias y militan en lo social pero son peronistas, independientes ó de otras fuerzas políticas. A ellos es nuestra responsabilidad darles un cauce, para poder tener una acumulación cotidiana, en la calle, que nos permitan sostener peleas muy importantes como las que este gobierno encara.
-¿Por qué aceptó ser parte de la lista que armó Rossi para presidir el PJ de Lomas? (NDR: será el primer congresal provincial)
-Porque creemos que es el jefe institucional. Dentro de la fragmentación que expresa el kirchnerismo en Lomas, el que es un par entre pares según la decisión del pueblo de Lomas es el intendente Jorge Rossi, y creo que si tiene la voluntad de conducir el PJ lomense hay que acompañarlo. Pero son cosas distintas. Las cuestiones locales a veces son mucho más complejas. En lo provincial, había posibilidades que Néstor Kirchner pudiera incidir y de propiciar la participación de sectores militantes. Y soy muy claro: nosotros a lo que aspirábamos era que algún dirigente juvenil de la JP Evita fuera parte del Consejo del PJ. Nadie va a poner en duda que es el sector que más moviliza y que más ha crecido. Sin embargo se prescindió de ella, y yo creo que Néstor Kirchner debió acompañarnos en este pedido reclamo que él además compartía. Pero somos peronistas y creemos que la pelea hay que darla dentro del partido, y no nos vamos a ir por más que lo que aspirábamos no lo obtuvimos. Pretendemos ahora ser parte de la solución.
-¿Solamente un cargo los posiciona como críticos?
-Sí, es cierto. Si nosotros hubiéramos incluido uno ó dos compañeros, en general la foto no hubiera variado mucho. Pero hay decisiones que tienen que ver con lo simbólico. El PJ Nacional, con la incorporación de algunos compañeros que no están ligados a lo tradicional (como Juan Cabandié, Emilio Pérsico, Teresa Luna, gobernadores jóvenes, la CGT) tiene un cariz diferente. Es como una bocanada de oxígeno. En este PJ bonaerense nosotros creíamos que con 4 ó 5 designaciones similares, no sólo de nuestro movimiento, hubiera pasado lo mismo. Si se hubiera reconocido a intendentes nuevos, con legitimidad surgida de las elecciones de hace menos de un año, a nuevos emergentes de la política como el "Barba" Gutiérrez en Quilmes, Darío Giustozzi en Almirante Brown, Darío Díaz Pérez en Lanús, Fernando Grey en Esteban Echeverría, Joaquín de la Torre en San Miguel, Pablo Bruera en La Plata, o sea jefes comunales que derrotaron a estructuras muy fuertes del PJ, conjuntamente con lo histórico, esto habría una bocanada de renovación necesaria. A veces, algunos mensajes simbólicos como pueden ser algunas designaciones ayuda a seguir comprometiéndose, porque por lo que uno pelea empieza a verse plasmado en lo formal. Y estos nuevos liderazgos son insoslayables, pero no se los tuvo en cuenta.
-Los que se alejaron del kirchnerismo, ¿lo hicieron porque es un momento de debilidad ó por los errores del gobierno?
-Lo que nosotros decimos es: si los compañeros de Libres del Sur se están yendo de este proceso político; si la Federación Agraria, más allá del triste papel que hicieron en el conflicto del campo, eran aliados nuestros y hoy están con la Sociedad Rural; si Felipe Solá, hasta hace unos meses nos acompañaba y hoy está evaluando articular una propuesta electoral por afuera de este proceso; si Luis Juez compartía espacio con nosotros en Córdoba y hoy está en contra; y así una serie de sectores más, me parece que nosotros debemos revisar si quizá no estamos cometiendo algún error. Sería muy fácil decir que son todos traidores.
"Cristina ahora, es lo mejor que le ha pasado a la democracia argentina desde 1983 a la fecha, pero eso no nos exime de decir en voz alta las cosas que no vemos correctamente".
El kirchnerismo sigue sumando aliados disconformes a cada paso que da. Esta frase puede sintetizar casi a la perfección las heridas que produjo el avance del actual titular del Partido Justicialista Nacional, Néstor Kirchner, sobre la poderosa estructura bonaerense, con su alfil Alberto Balestrini propuesto para encabezarlo. En este caso es un dirigente que acompaña las políticas del patagónico desde hace varios años, incluso antes de que fuera candidato a la presidencia y la letra K sólo aparecía en el rubro "otros" en las encuestas. Se trata de Fernando Navarro, diputado provincial y referente del Movimiento Evita, espacio que amagó a presentar lista propia para pelear contra el oficialismo pero finalmente determinó bajarse de la carrera por pedido del ex mandatario. En esta charla exclusiva con LA TERCERA, el legislador aporta su visión autocrítica sobre la conducción política de estos momentos.
-¿Por qué dicen sentirse decepcionados con el armado político de Kirchner en territorio bonaerense?
-Nosotros lo que consideramos es que el actual armado político que se está materializando en el PJ bonaerense excluye a valiosos sectores militantes, entre ellos al Movimiento Evita, y a otros espacios, con lo cual, si bien creemos que sería impropio organizar el PJ bonaerense sin las estructuras históricas del peronismo, incluidos los intendentes, no alcanza con eso y se requiere de los sectores más dinámicos, que están comprometidos en el día a día con la cuestión social y política. Por eso estoy decepcionado. Este armado es insuficiente para sostener políticas del gobierno en la calle. Se vio con claridad en el conflicto del campo. Hay cuestiones a resolver y por reflexionar. Igual sostenemos que estos gobiernos, el de Néstor hasta diciembre y el de Cristina ahora, es lo mejor que le ha pasado a la democracia argentina desde 1983 a la fecha, pero eso no nos exime de decir en voz alta las cosas que no vemos correctamente. Nuestro mejor aporte a este proceso es el autocrítico, porque si no caeríamos en una inmovilidad ó seguidismo que luego, cuando hay que lamentar cuestiones no resueltas, es tarde para decir `yo lo pensé´. Es mejor decirlo a tiempo.
-¿Concretamente ustedes piensan que son los que pusieron el pecho para bancar al gobierno y hoy han sido desplazados?
-No, yo tengo algunos matices. Yo creo que no hay ningún proceso de transformación histórica sin el peronismo. Nos puede gustar más ó menos, pero hoy el peronismo, en términos formales, se expresa en el Partido Justicialista. Tampoco creo ni en la nueva política ni en la vieja política, ni en los buenos ni en los malos, porque eso es maniqueísmo y nos lleva a personalizar situaciones donde uno puede estar más ó menos de acuerdo, pero en general creo que las transformaciones son colectivas. Lo que sí digo es que con esa estructura sola no alcanza, es insuficiente. Se requiere, y eso era lo rico del Frente para la Victoria, de una heterogeneidad, de una complejidad, que esté más cercana a lo que es hoy la sociedad argentina, donde hay una gran fragmentación, un gran cuestionamiento a la política formal, y donde hay vastos sectores militantes que no están encuadrados en estructuras partidarias y militan en lo social pero son peronistas, independientes ó de otras fuerzas políticas. A ellos es nuestra responsabilidad darles un cauce, para poder tener una acumulación cotidiana, en la calle, que nos permitan sostener peleas muy importantes como las que este gobierno encara.
-¿Por qué aceptó ser parte de la lista que armó Rossi para presidir el PJ de Lomas? (NDR: será el primer congresal provincial)
-Porque creemos que es el jefe institucional. Dentro de la fragmentación que expresa el kirchnerismo en Lomas, el que es un par entre pares según la decisión del pueblo de Lomas es el intendente Jorge Rossi, y creo que si tiene la voluntad de conducir el PJ lomense hay que acompañarlo. Pero son cosas distintas. Las cuestiones locales a veces son mucho más complejas. En lo provincial, había posibilidades que Néstor Kirchner pudiera incidir y de propiciar la participación de sectores militantes. Y soy muy claro: nosotros a lo que aspirábamos era que algún dirigente juvenil de la JP Evita fuera parte del Consejo del PJ. Nadie va a poner en duda que es el sector que más moviliza y que más ha crecido. Sin embargo se prescindió de ella, y yo creo que Néstor Kirchner debió acompañarnos en este pedido reclamo que él además compartía. Pero somos peronistas y creemos que la pelea hay que darla dentro del partido, y no nos vamos a ir por más que lo que aspirábamos no lo obtuvimos. Pretendemos ahora ser parte de la solución.
-¿Solamente un cargo los posiciona como críticos?
-Sí, es cierto. Si nosotros hubiéramos incluido uno ó dos compañeros, en general la foto no hubiera variado mucho. Pero hay decisiones que tienen que ver con lo simbólico. El PJ Nacional, con la incorporación de algunos compañeros que no están ligados a lo tradicional (como Juan Cabandié, Emilio Pérsico, Teresa Luna, gobernadores jóvenes, la CGT) tiene un cariz diferente. Es como una bocanada de oxígeno. En este PJ bonaerense nosotros creíamos que con 4 ó 5 designaciones similares, no sólo de nuestro movimiento, hubiera pasado lo mismo. Si se hubiera reconocido a intendentes nuevos, con legitimidad surgida de las elecciones de hace menos de un año, a nuevos emergentes de la política como el "Barba" Gutiérrez en Quilmes, Darío Giustozzi en Almirante Brown, Darío Díaz Pérez en Lanús, Fernando Grey en Esteban Echeverría, Joaquín de la Torre en San Miguel, Pablo Bruera en La Plata, o sea jefes comunales que derrotaron a estructuras muy fuertes del PJ, conjuntamente con lo histórico, esto habría una bocanada de renovación necesaria. A veces, algunos mensajes simbólicos como pueden ser algunas designaciones ayuda a seguir comprometiéndose, porque por lo que uno pelea empieza a verse plasmado en lo formal. Y estos nuevos liderazgos son insoslayables, pero no se los tuvo en cuenta.
-Los que se alejaron del kirchnerismo, ¿lo hicieron porque es un momento de debilidad ó por los errores del gobierno?
-Lo que nosotros decimos es: si los compañeros de Libres del Sur se están yendo de este proceso político; si la Federación Agraria, más allá del triste papel que hicieron en el conflicto del campo, eran aliados nuestros y hoy están con la Sociedad Rural; si Felipe Solá, hasta hace unos meses nos acompañaba y hoy está evaluando articular una propuesta electoral por afuera de este proceso; si Luis Juez compartía espacio con nosotros en Córdoba y hoy está en contra; y así una serie de sectores más, me parece que nosotros debemos revisar si quizá no estamos cometiendo algún error. Sería muy fácil decir que son todos traidores.
"Cristina ahora, es lo mejor que le ha pasado a la democracia argentina desde 1983 a la fecha, pero eso no nos exime de decir en voz alta las cosas que no vemos correctamente".